Editorial
El otro día escuche criticar a un funcionario público la boleta única (ley Provincial 13.156) y dijo que con el nuevo sistema tiende a la individualización de los proyectos políticos y que “cualquier famoso”, por el sólo hecho de serlo, puede ganar una elección.
Ciertamente quedé consternado dado que la pregunta sería ¿porque los dirigentes no son conocidos? , mucho menos sus propuestas y las del partido que representa.
La ausencia de conocimiento de la gente de su clase política es altamente preocupante en la actualidad.
Sería oportuno que los candidatos sean conocidos, que además de ser conocidos sean aceptados públicamente como aptos para ocupar cargos públicos, que sus propuestas y las del partido que representa puedan persuadir a la gente que es una buena opción para que los elijan y que la gente así se sienta realmente representada en sus deseos, aspiraciones y sueños tantos individuales como colectivos.
El político debe ser famoso y pública sus intenciones y si la percepción de este funcionario es que este sistema favorece a los famosos, es porque considera que la clase política actual no es permeable a los intereses de la gente y por ende “no los registra” “no lo ubican” “no lo conocen” lo cual es muy nocivo para cualquier sistema democrático.
Más allá de opiniones según la conveniencia o no de los diferentes sectores, la boleta única es un paso importantísimo hacia el avance hacia un sistema democrático más transparente.
Este funcionario y todos aquellos que opinen en el mismo sentido, deberían preocuparse por como la clase política pueda tener más popularidad entre la gente y comunicar efectivamente sus ideas, antes que criticar mecanismos más transparentes para la vida democrática.
Marketing Politíco Santa Fe 